Douglas R. Hofstadter en su libro titulado: “Gödel, Escher, Bach” dice: "Todo lenguaje, (…) todo proceso mental, llega, tarde o temprano, a la situación límite de la autorreferencia: la de querer expresarse acerca de sí mismo. Surge entonces la emoción del infinito, como si dos espejos se enfrentasen, obligados a reflejarse mutua e indefinidamente".
Ayer, gracias a este mundillo de los blogs, he vuelto a contactar con un antiguo amigo. Una de esas raras personas que merece la pena conocer. Cuando he leído esto, me he acordado de él. Es el típico personaje atrapado en este bucle infinito. No dejéis de pasar por su blog porque merece la pena. La dirección: www.savonarolia.blogspot.com
4/03/2006
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2 comentarios:
es raro cómo la vida se teje más allá del día a día...gracias por tu visita a mi blog, estaré pendiente al tuyo..
gracias a ti. Un abrazo
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