11/27/2007

Pablo Neruda -Cien Sonetos de amor- VIII

Si no fuera porque tus ojos tienen color de luna
de día con arcilla, con trabajo, con fuego,
y aprisionada tienes la agilidad del aire
si no fuera porque eres una semana de ámbar,
.
si no fuera porque eres el momento amarillo
en que el otoño sube por las enredaderas
y eres aún el pan que la luna fragante
elabora paseando su harina por el cielo,
¡Oh bienamada, yo no te amaría!
En tu abrazo yo abrazo lo que existe,
la arena, el tiempo, el árbol de la lluvia,
.
y todo vive para que yo viva:
sin ir tan lejos puedo verlo todo:
veo en tu vida todo lo viviente.

León Felipe de su libro -El poeta canta al viento-

Fragmento de un poema titulado: Y una vez...

.
.
Tres poetas
una estrella
y un dragón
La estrella es siempre la misma
y el mismo es siempre el dragón,
pero los poetas: tres
y tres es como tres mil
trescientos mil
o un trillón...
(Este número se mide
por el hambre del Dragón).

11/26/2007

El Orco -El aprendiz de sabio-

Una vez –de esto hace muchos años-, Li Chu, el pequeño aprendiz, se escapó de la casa de su padre, el honorable Huang Go y atravesó toda la china a pie buscando a un venerable monje que fuera su maestro.
Durante setecientos años Li Chu atravesó montañas, ríos, valles y collados, y en ese tiempo sintió a menudo la mordedura del frío y el aguijón del hambre y el calor.
Un día, al bajar de una montaña, encontró un pequeño monasterio y supo que había llegado al final de su viaje. Llamó a la puerta y aún esperó doscientos años más a que le abrieran, hasta que una mañana un monje le invitó a pasar.
Mingyar Dondup, un sabio que había sido consejero del Más Recóndito, le recibió en persona.
-Dime, Li Chu ¿Qué quieres de nosotros? –le pregunto Mingyar Dondup.
-Vengo a aprender de usted, el hombre más sabio de la tierra –le contestó Li Chu.
-Muy bien –dijo Mingyar Dondup-, tomaremos un buen tazón de tsampa y empezaré a enseñarte la gran sabiduría de mis antepasados.
Mientras decía esto, Mingyar Dondup buscaba a tientas su tazón en la penumbra de la sala, y como no lo hallara comenzó a impacientarse.
-¡Estos monjes son unos descuidados! –dijo de pronto-, no encienden las lámparas a tiempo, se dejan la manteca de yak por todas partes… Pero… ¿dónde estará ese maldito tazón?
-Maestro –le dijo el aprendiz-, vengo a aprender de usted pero antes quisiera transmitiros un mensaje.
- Mingyar Dondup miró al discípulo intrigado.
-¿Qué dice tu mensaje? –respondió.
-El discípulo miró a los pies de su maestro y dijo con toda la humildad que fue capaz de reunir en ese instante:
-Esperando en la puerta he aprendido algo de vuestro jardinero.
-¿Del jardinero? Dime qué es eso pues -dijo Mingyar Dondup.
-Es que es algo que os va a doler bastante.
-¡Dímelo pues, cuanto antes! –repuso Mingyar Dondup, ahora ya muy impaciente.
-Maestro, esperando en la puerta he aprendido que el buen jardinero no necesita alcorques pues siembra con serenidad, riega con lentitud y así le da tiempo al espíritu del agua para que encuentre su espacio y su lugar.
- Mingyar Dondup, que siempre andaba a vueltas trabajando en los alcorques, sintió como un rayo le fulminaba y en ese instante comprendió, de un modo inesperado, el misterio profundo que hacía funcionar el eje de La Rueda De La Vida.
- Mingyar Dondup miró al discípulo, le dio las gracias y comenzó a enseñarle lo que guardaba allá en lo más profundo de su corazón, pero el discípulo, interrumpiéndole de nuevo, dijo:
-Sólo una cosa más, maestro… Vuestro tazón… Lleváis sentado sobre él todo este tiempo.
Y entonces los dos estallaron en una prolongada carcajada, y así el discípulo, pudo empezar, después de tanto tiempo, a aprender por fin de su maestro.

8/22/2007

Aprender a ver

William Wordsworth, en sus Baladas Líricas, dice:

…Porque he aprendido
a mirar la naturaleza, no como en la hora
de la despreocupada juventud, sino oyendo a menudo
la quieta, triste música de la humanidad,
ni áspera ni chirriante aunque de poder amplio
para castigar y dominar. Y he sentido
una presencia que me inquieta con la alegría
de pensamientos elevados, un sentido de lo sublime
de algo más hondamente mezclado,
cuya morada es la luz de soles que se ponen,
y todo el océano y el aire vivo,
y el cielo azul y en el alma del hombre…

Vivir

José Antonio Marina escribe en algún libro que ahora no recuerdo:

Vivir es sacudir la inercia
Mantener a pulso la libertad
Nadar contracorriente
Cuidar el estilo
Crear un momento mágico
Defender un derecho
Hacer un regalo
Reírse de la fortuna
Burlarse del destino y la rutina
De la maldad, de la mediocridad y el tedio.

6/26/2007

El Orco -Sin título-

No pienso
No existo
No siento
Ya soy casi humano.

6/20/2007

El Orco -Sin título-

Horribles, los espejos, inertes, agotados
soy la estación desierta
de cualquier madrugada
desordenada mi mente
he consumido
esporas en el viento
sangre, risas y versos
calculados cadáveres que no sirven a nada
reversos de la vida
silencios de palabras
¿quién quiere todo esto?
¿a qué sirve la nada?

6/14/2007

El Orco -Pájaros negros-

Al principio su mundo tenía sentido: la nada lo llenaba todo y aquello era lo único que habitaba en lo más profundo de su ser. Luego vinieron las dudas; aparecieron una mañana gris, llovía un poco. Llegaron caminando sobre sus patas pequeñas, esquivando los charcos con cuidado, y se pararon frente al muro de piedra de la puerta. Su corazón dio un grito. Eran como pájaros negros. Ella los conocía, ya los había visto en una de sus viejas pesadillas.
Luego creció y algún tiempo más tarde, cuando dejó de verlos, aprendió lo que eran algunos sentimientos: el juego del amor, el color de la sangre, el fuego de la primavera, el frío de la muerte. Miraba al cielo y esperaba al otro, acariciaba los cuerpos de los caracoles y en los días de lluvia rasgaba su vestido azul y se tumbaba sola, sobre la hierba mojada. Así pasaba el tiempo.
Un día recuperó su vida y de su corazón surgió, vestido con la luz de aquella primavera, algo nuevo y perfecto. Era genial verla jugar con aquel sentimiento. Aquella vez yo tuve mi primera visión del paraíso. Pasamos unos meses en el valle. Recuerdo esas montañas y cómo nos besábamos entre nubes de nieve y regueros de agua. Luego vino el invierno y perdió su forma el tiempo. Las cosas se escondían. Ella lloraba cada tarde la pena de los días. Yo no sabía bien qué hacer, su piel perdió la luz y en su mirada la vida se le fue apagando. Se marchó un día de enero; era por la mañana, todo estaba lleno de escarcha y niebla; los pájaros habían regresado y ella se fue con ellos.

6/12/2007

El Orco -Algunas veces-

Esta mañana he perdido pie
El suelo ha desaparecido
Y hasta la muerte tenía la mirada ausente
Como si no supiera bien adonde dirigirse.



Algunas veces me despierto sangrando por los ojos
Tal es el dolor que me produce el sueño de estar despierto.
Algunas madrugadas antes de amanecer ya luce el sol
El sol sin luz de la desesperanza
un nuevo día para una nueva pérdida
Y todo está tan mal que hasta la más negra derrota
Supondría un descanso
Por eso miro con envidia e esos mendigos
Que duermen bajo el sol en algún banco
Ellos no tienen que luchar
Ellos, al fin, han encontrado su sitio,
su lugar en el mundo.


En un mundo hueco
Abrasado por la desolación
Mis papeles revolotean exhaustos
Así, yo espero inútilmente,
Entre el polvo y el humo
el dolor y la sangre
el momento final en que mis versos encuentren su justificación.

6/06/2007

El Orco - Belén -

Conocí a Belén hace bastantes años, cuando mi amigo Igor y yo éramos poetas. Una tarde fuimos a Fuenlabrada; habíamos quedado con un chaval que tenía un programa de radio por la noche y nos había invitado a recitar nuestras poesías. Llegamos temprano a la cita y estábamos bebiendo en la barra del bar del centro de la juventud cuando conocimos a un par de chicas. La verdad es que ya no recuerdo cómo o porqué las conocimos pero lo que sí sé es que charlamos de escribir, les recitamos poesías y todas esas cosas que hacíamos por aquel entonces. De un modo singular se había creado una extraña armonía entre nosotros.
El chaval de la radio apareció por fin y las chicas se vinieron con nosotros. Fuimos dando un paseo hasta la emisora. Recuerdo que había un partido de fútbol importante, de esos que paralizan el país, y que las calles estaban desiertas. Ya en la emisora leímos nuestras poesías. Se fundió la luz o algo parecido y acabamos leyendo a la luz de una pequeña televisión sin sonido. Las chicas también leyeron e hicimos ese programa de radio como si no hubiera nadie escuchando al otro lado de los micrófonos, cosa que probablemente era verdad. Creo recordar que terminamos sentados en el tejado del edificio charlando de muchas cosas pero ya no estoy muy seguro. De lo que sí estoy seguro es de que aquella noche sucedió algo especial. Fue una de esas noches en las que de pronto te das cuenta que has hecho algo que recordarás con el paso del tiempo. Belén estaba llena de energía. Era una de esas personas a las que la naturaleza ha bendecido con un don especial. Rebosaba de vida por cada poro de su piel.
Después de eso la volví a ver un par de veces más. Era una chica de barrio. Sencilla, alegre, brillante y joven. Era de esa clase de personas que iluminan el mundo. Una noche que volvimos a vernos me entregó una hoja de papel y me dijo: “te he escrito una poesía”. Desde entonces ya nunca la he vuelto a ver pero aún conservo su poesía. Decía:

Vienes, como hecho de momentos chiquitos…
Vuelves Ángel el rostro de los odios
para entregárselos a los Dioses…

Sí, quizá dioses endiablados
o demonios endiosados…
¿O quien demonios sabe?

Pero eres un poeta entre Las Voces
un vagabundo entre las razas
un pescador cuyo anzuelo quedose
atrapado en el cielo…

Pero eres un hombre cuyo corazón
no pasa por el aro, ni de
lo común ni de lo raro, tu
libre corazón no pasa por
el aro, te mantienes
Poeta en plenilunio.

5/28/2007

El Orco -El gato sin cabeza

Siete veces siete
mi corazón da un brinco
Luces azules dentro de tus ojos
Una princesa se cae de su balcón
saben sus labios a chocolate y fresa

Setenta veces siete
te has hecho viejo
ganó terreno lo oscuro y lo terrible
las cosas de la vida cotidiana

el gato sin cabeza
te muestra sus garras cada día
todo ha perdido aquella intensidad
la vida se me muere dentro
mi beso no va a volver a despertar ya nunca más
a esa princesa.

5/17/2007

El Orco - Mi vida y tus rosas

Hay un loco que mira a la luna
en las noches de hielo
Hay un animal
que no quiere
aprender a volar
Hay un sentimiento que todo lo abarca
La razón de una vida
La expresión de una idea
El sentido total
que absorbe en su esencia
los seres, las cosas
mi vida y tus rosas.
Hay un muro que aguarda impaciente
la hora de mi ejecución
Un lamento en la acera
Un perro que ladra a su sombra
Un abismo total
Una espera
Un instante perfecto
en tus labios
un gesto infinito
que no mira jamás hacia atrás
una vida violenta
una muerte tranquila
un final desgarrado
o tan sólo un final.

5/10/2007

El Orco - Este barco sin timón

Este barco ingobernable sin timón
que me lleva y me arrastra
esta vida perdida
sin penas ni cenas
sin escenas de cama, sin abrigos de lana,
sin nadie a quien llamar
ni espejo que me quiera reflejar
Ingobernable este trago de sopa, que arropa mi copa y me invita a olvidar.
ingobernable tu ropa, tu cuerpo en mi cama, tu rostro en mi almohada,
tu vida a deshoras, tu historia de amor.
Ingobernable esta vida, pequeña y sentida
impermeable y dormida
cansada de tanto esperar.
Ya ves, corazón, lo lamento
hoy no pienso luchar por salvarte, ni seguir escribiendo
ni saltar esa valla, ni servirte otra copa, o quitarme la ropa
buscando una causa que me incite a cantar.
Ni patearme de nuevo la vida
buscando tus gestos
ni cruzarme desiertos de cuento
ni abrazarme a tu triste tormento
ni gritar libertad.

5/09/2007

El Orco -Primavera-

Los días se alargan, se vuelven perfectos, es primavera. Todo le grita al corazón que quiere vivir y el corazón responde a ese grito esencial como un animal en celo. Todo se agita en el alma. Es la vida que se abre paso a través de la carne, las vísceras, la piel. Es la vida que todo lo impregna. Y el cerebro se prepara para esta momentánea eclosión. Neuronas explotando en un inmenso espectáculo genial de fuegos artificiales. Química vibrando. Los locos, los libres del mundo se agitan, los artistas se ponen a crear .Ahora no hay tiempo para el sueño. Cada minuto cuenta. Toda la intensidad, el fragor de la batalla del mundo y de la vida se despliega de pronto ante sus ojos asombrados. El deshielo de la razón, el canto a la locura y al genio, la hipotermia de lo insignificante y racional, el rito genial del absurdo ha comenzado. Todo florece. Le crecen a la vida sus mujeres, les arden las manos de pasión y en sus ojos, sus piernas, y en cada curva de sus cuerpos encuentra cada loco su respuesta. La vida se agita, se retuerce, vibra y pugna por volar, por crecer, escaparse, gritar, alejarse de todo lo trivial y cotidiano. Es la llamada de la naturaleza, es el río genial que nos arrastra, la piedra perenne, el volcán ancestral, la aurora perfecta. Hay un sonido, un color, un sabor que impregna cada sentimiento. Nada se escapa a nuestra primavera. Todo está tan cargado de vida y belleza, todo es tan fabuloso e intenso que produce dolor…

3/27/2007

Jack Kerouac -Los vagabundos del Dharma-

...Japhy era considerado un excéntrico en el campus, cosa bastante habitual en esos sitios donde se considera raro al hombre auténtico; las universidades no son más que lugares donde está una clase media sin ninguna personalidad, que normalmente encuentra su expresión más perfecta en los alrededores del campus con sus hileras de casas de gente acomodada con césped y aparatos de televisión en todas las habitaciones y todos mirando las mismas cosas y pensando lo mismo al mismo tiempo mientras los Japhys del mundo merodean por la espesura para oír la voz de esa espesura, para encontrar el éxtasis de las estrellas, para encontrar el oscuro misterio secreto del origen de esta miserable civilización sin expresión.

...Japhy se puso en pie de un salto -he estado leyendo a Withman, oíd lo que dice: "Alzaos, esclavos y haced temblar al déspota extranjero". Señala así la actitud del Bardo, del Bardo lunático zen de los viejos senderos del desierto que ve que el mundo entero es una cosa llena de gente que anda de un lado para otro cargada de mochilas, Vagabundos del Dharma negándose a seguir la demanda general de la producción de que consuman, y, por tanto, de que trabajen para tener el privilegio de consumir toda esa mierda que en realidad no necesitan, como refrigeradores, aparatos de televisión,coches, coches nuevos y llamativos, brillantina para el pelo de una determinada marca y desodorantes y porquería en general que siempre termina en el cubo de basura una semana después; todos ellos presos en un sistema de trabajo, producción, consumo, trabajo, producción, consumo...

House with no walls

Del ibro: Cold Mountain Poems
autor: Han Shan
título: House with no walls

Cold mountain is a house
without beams or walls.
The six doors left and right are open
the hall is blue sky.
The rooms all vacant and vague
the east beats on the west wall
at the center nothing.

En el libro de Jack Kerouac titulado: "Los vagabundos del Dharma" aparece así:

Montaña Fría es una casa,
carece de vigas y paredes
a derecha e izquierda están abiertas las seis puertas,
el vestíbulo es el cielo azul.
Las habitaciones están desocupadas y vacías
la pared del Este choca contra la pared del Oeste
en el centro no hay nada.

...Nadie me inquieta, cuando hace frío enciendo una pequeña hoguera, cuando tengo hambre preparo unas verduras, nada tengo que ver con el Kulak, con su granero y sus pastizales... Levanta una prisiónpara sí mismo y una vez dentro de ella no puede salir, piensa en ello, podría sucederte a ti.

2/26/2007

El Orco -Miradas (fragmento)

La esencia del misterio femenino latía en ella. Ese algo indefinible que llena de potencia el aire que respiras. Algo como un recuerdo extraño que viene a ti desde el pasado o un sabor intenso y nuevo que te emborracha los sentidos.
Yo pasaba el tiempo de mi vida recordándola: los gestos de sus manos, la forma de sus pies, el tacto de su pelo. Todo era diferente en ella. Cuando giraba el cuerpo, hablaba, o se reía, o algún rayo de sol perdido le iluminaba el rostro, entonces yo me sorprendía asombrado y feliz pues encontraba en ella una nueva manera de percibir el mundo. Un mundo de una belleza extrema y sobrenatural.
En ella, en esa mujer sencilla que pasaba desapercibida para la gente en general, estaba contenida la fascinante belleza del mundo.
Nunca necesité explicarme porqué todo en ella era diferente y especial. Con cada gesto suyo, con cada mínimo cambio de su cuerpo yo descubría un objeto nuevo de culto, una nueva forma de arte. Algo tan necesario como sentir o respirar. ¡Oh dios!, pensaba yo, ¿Cómo puede existir sobre la tierra algo que sea tan hermoso? Ella, con su modo de ser y con su cuerpo, me enseñó a entender el sentido del arte y las múltiples formas en las que se ocultaba la belleza. Un universo propio que nadie me podría arrebatar jamás.
Mientras tanto, de un modo imperceptible, el tiempo y el destino hacían su trabajo…

2/14/2007

El Orco -ocho-

En todas partes está ella
cambia todo lo que tiene vida a su alrededor pero nadie lo nota
transforma el mundo sin apenas cambiar nada
parece frágil pero el planeta se hiela cuando ella no está
porque pasa desapercibida puede llamársela pequeña
pero cuando se marcha la vida no perdura
todo comienza en sus ojos y allí todo termina
su alma es gigantesca aunque ella no lo sabe
todo nace en su corazón y allí también todo se desvanece.

1/11/2007

El Orco -Poesía para ti-

Poesía para ti

Sobre todas las cosas planeas tú
El símbolo de todo lo existente
El corazón que da vida a mi mundo
El cielo que me acompaña siempre

Sobre todas las cosas planeas tú
Siempre presente en cada estrella
En cada amanecer, en cada luna
Cada uno de tus gestos me sumerge en la belleza del mundo
Eres la vida desatada, el fuego que me abrasa
La intensidad imprescindible
Que siempre busca mi alma.

Nunca puedo evitarlo
Tu imagen me llena de nostalgia
Tú representas todo aquello que para mí es la esencia de la vida.