Un hombre llegó al monasterio de Luang Ying y se entrevistó con el Abad. Le preguntó:
-Reverendo Padre, ¿quién es el monje más sabio de este lugar?
-Ese de allí -le respondió el Abad, señalando al jardinero.
-Y si es el hombre más sabio ¿porqué ejerce de jardinero? -preguntó el hombre.
-Por eso -respondió el Abad-, porque es muy sabio.
6/13/2006
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3 comentarios:
Da que pensar....
Un saludo para ti también...y un abrazo.
Con frecuencia recorro tus espacios. En ellos recojo estos destellos literarios, fragmentos de la sabiduría que la experiencia y el talento en el decir y escriturar la vida ha hecho posibles, y que tu agradecible dedicación nos obsequia. Un gusto estar aquí.
Saludos.....
Hola Ángel, he pasado por tu blog y me ha sorprendido encontrar tanta poesía de esa que a mí me gusta especialmente. Te visitaré a menudo desde hoy.
Un abrazo
El Orco
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